La Capa de Ozono y su contaminacion


La Capa de Ozono es una especie de oxígeno que se encuentra en la atmósfera superior de la tierra.
Esta capa absorbe algunos de los Rayos ultravioletas (UV) antes de que estos lleguen a la superficie de la tierra, gracias a esto se hace posible la vida en la tierra.
Los Rayos UV es la energía emitida por el sol, cuya longitud de onda es menor que la luz visible, pero mayor que la de los rayos x, esta varia entre los 400 y 100 nm (nanometros).





Contaminación de la Capa de Ozono

La capa que nos protege de los rayos ultravioletas del sol, la capa de ozono, ha disminuido un 40%. Los científicos observan una conexión entre la pérdida de ozono y el cambio climático, y en particular en el Ártico. El protocolo de Montreal, firmado en 1987, prohibió sustancias químicas, como los halocarburos, que deterioraban la capa de ozono. A pesar de ello, los científicos han descubierto que los restos químicos de estas sustancias tardarán años en desaparecer. La Organización Meteorológica Mundial confirma que los productos químicos industriales han dañado a la capa de ozono más de lo que se preveía.

Los contaminantes de la capa de ozono

Los contaminantes más perjudiciales para la capa de ozono son el clorofluorcarbonato y los gases halones.

• El clorofluorcarbonato es una sustancia que destruye las moléculas de ozono. Estas partículas llegan flotando a la estratosfera, donde los rayos ultravioletas rompen en reacciones químicas. Ellas atrapan un átomo de la molécula de ozono y la convierten en oxígeno común. Este contaminante puede durar en la atmósfera entre 70 y 100 años.

• Los gases halones permanecen en la atmósfera un promedio de 110 años. Estos gases están presentes en disolventes, líquidos refrigerantes, propelentes para aerosoles y en extintores dañando la capa de ozono.


Efectos de la contaminación de la Capa de Ozono

 Los rayos ultravioletas que llegan a la superficie terrestre, a causa del aumento del agujero de ozono, produce daños en el medio ambiente y perjudica la salud de los seres humanos.

La exposición prolongada a estos rayos,  por parte de las personas,  provoca daños su salud: cataratas, ceguera, cáncer de piel, efectos en el aparato inmunológico.

Las consecuencias por la disminución de la capa de ozono afectan de igual manera a todos los países,  pero las naciones más pobres ven cómo se incrementas sus problemas de salud, por falta de medios.


Los animales y las plantas también sufren consecuencias por la falta de capa de ozono. Los rayos ultravioletas pueden cambiar la composición química y la calidad de plantas y cultivos. Bajo el mar, las especies más pequeñas y débiles, encargadas de eliminar el dióxido de carbono, pueden ser dañadas. Esta situación puede afectar la cadena alimenticia y contribuir a  que existan más gases contaminantes y al calentamiento global.

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